Esta singular zona arqueológica, famosa entre los amantes de la arqueología por estar totalmente cubierta por una moderna estructura metálica, a manera de techo, muestra a sus visitantes los restos arquitectónicos de lo que en realidad fueran varios edificios superpuestos, decorados con importantes vestigios de la pintura mural con que en tiempos antiguos eran engalanados los aposentos de las clases dirigentes de las épocas pretéritas.
Fue precisamente tras este hallazgo, que los arqueólogos y especialistas decidieron techar el sitio, para que la luz del sol y el agua de las lluvias no dañaran las nuevas pinturas descubiertas.
Esta cultura se estableció en una loma natural adaptada como plataforma en base a cuerpos escalonados en talud, los cuales varían en número y forma de acuerdo a la topografía del terreno. Su base es de 200 metros de longitud por 110 de ancho y su altura alcanza los 25 metros. Se pueden observar algunos de sus cuerpos escalonados en las partes del este y sur. Además se han realizado excavaciones donde se han identificado hasta hoy nueve etapas o niveles constructivos.